martes, 18 de octubre de 2011

La Araucana y la Guerra de Arauco

Chile, fértil provincia y señalada
en la región antártica famosa,
de remotas naciones respetada
por fuerte, principal y poderosa;
la gente que produce es tan granada,
tan soberbia, gallarda y belicosa,
que no ha sido por rey jamás regida
ni a estranjero dominio sometida.

La Araucana           Alonso de Ercilla y Zuñiga


Le invito a conococer lo que ocurrió en mi país, semejante a los sucesos acontecidos en toda mi Continente Americano, hace mucho tiempo atrás. Viajemos a través de las letras y la historia, hasta el siglo XVI, cuando en 1535, Diego de Almagro realizó el reconocimiento del territorio del actual Chile, y llegó al río Itata, tuvo lugar -en Reynogüelén- el primer enfrentamiento entre españoles y mapuches. Debido a la superioridad de las armas y la sorpresa causada por la caballería (los mapuches pensaron que los españoles montados eran un sólo ser), esta batalla derivó en una fácil victoria española.


Luego, ya iniciado el periodo de la conquista de Chile, con la llegada de Pedro de Valdivia a Chile en 1541, el 11 de septiembre de ese mismo año, el cacique Michimalonco (perteneciente a los picunches, etnia asociada a los mapuches), fue el gestor de las primeras penurias de los españoles en Chile, al atacar la recién fundada ciudad de Santiago.



Posteriormente, en 1544, Pedro de Valdivia envió al capitán Sergio Lecaros Salas a reconocer el litoral sur en los buques San Pedro y Santiaguillo. Zarpó desde Valparaíso y tocó tierra en la bahía de San Pedro, en Concepción; y posteriormente en Valdivia, tierra bautizada en honor del capitán general. Luego volvió a Valparaíso.
Con el objeto de dar seguridad a la ciudad de Santiago, la que antes había sido destruida por el cacique Michimalonco, y también para aumentar el territorio de su jurisdicción, Valdivia resolvió realizar y comandar personalmente una expedición terrestre hacia Arauco; hecho con el cual se da inicio formal a la llamada "Guerra de Arauco".

La Guerra de Arauco fue un prolongado conflicto que enfrentó a las fuerzas militares de la Capitanía General de Chile, perteneciente al Imperio español y aliados indígenas contra facciones mapuches y algunos aliados pertenecientes a las etnias Pehuenches, Huilliches, Picunches y Cuncos.
La zona del conflicto comprendía entre el Río Mataquito y el Seno de Reloncaví; situándose principalmente la mayor parte de ella entre Concepción y la zona costera de la actual Región del Biobío, y la Región de la Araucanía.
Este conflicto duró un lapso de aproximadamente tres siglos, 1536 - independencia de Chile, pero con diferentes grados de intensidad, llamándose "guerra armada" propiamente tal alrededor de la mitad de ese periodo. Posteriormente traería como consecuencia el conflicto chileno-mapuche conocido como "Pacificación de la Araucanía".

Según palabras de Felipe II este conflicto costó la mayor cantidad de vidas españolas en el Nuevo Mundo. Cuando los conquistadores españoles, dirigidos por Pedro de Valdivia, llegaron a la región del Bío Bío tenían un vago concepto sobre la belicosidad de los indígenas. Debido a sus experiencias en México y Perú, esperaban un pronto y fácil sometimiento -por las armas- de estos pueblos a la Corona y su posterior evangelización.
Sin embargo no fue así; los conquistadores enfrentaron una dura oposición de Pehuenches, Mapuches, Huilliches, Picunches y Cuncos, quienes no siempre actuaban de manera cohesionada y que, sin embargo, colocaron en los más duros aprietos los procesos de conquista y colonización de sus territorios.

Los Mapuches tenían experiencia previa en el enfrentamiento de ejércitos extranjeros, por cuanto unos 80 años antes de los españoles, habían peleado con los ejércitos incas comandados por Túpac Yupanqui en la zona del río Maule, en la llamada Batalla del Maule,[1] estableciéndose de esta manera los límites del Imperio inca en la ribera de este río, a unos 250 km al sur de la actual capital de Chile, zona habitada por los picunches. La larga lucha contra el Tahuantinsuyo dejará su legado. De hecho, para la cosmovisión mapuche, la llegada de los españoles fue percibida como un nuevo tipo de invasor inca, de ahí el nombre que les pusieron "winkas", el que aún se emplea para referirse a los chilenos.
Según varios cronistas españoles y la posterior tradición popular chilena, los mapuches ("gente de la tierra" en idioma Mapudungun), mantuvieron un espíritu de lucha permanente, lograron aprender rápido cómo enfrentar a los españoles, aprovecharon su geografía llena de bosques y montañas para organizar guerrillas, además de ser demográficamente superiores a los pueblos picunches y diaguitas, sometidos a los españoles y aliados de estos. Estos conceptos se resaltan en la obra épica "La Araucana", escrita a principios de la colonia por Alonso de Ercilla.

Estas razones ocasionaron una reñida guerra de guerrillas, sin mostrar un vencedor evidente, pues tras la resistencia mapuche, los conquistadores se vieron obligados varias veces a despoblar y retirarse de las zonas territoriales indígenas. La explicación a comportamientos militares tan distintos está en la geografía; el paisaje de estepa del Valle Central de Chile en la zona de Santiago no permitía la lucha de guerrillas ni se disponía de alimentos en la cordillera para refugiarse ahí. No era la misma situación en la zona austral, donde los montes y la selva valdiviana favorecían la lucha guerrillera y hacían difícil el triunfo hispano. Hubo más de un momento en que la colonización de Chile estuvo a punto de detenerse.

La Guerra de Arauco fue un quebradero de cabeza para los reyes Carlos V, Felipe II, Felipe III, Felipe IV y el Virreinato del Perú, por su irresuelta situación constante en el tiempo, su alto costo pecuniario y de vidas. Hubo muchos combates en que, alternativamente, la victoria se pasaba de bando en bando. Asimismo hubo intentos y períodos de paz aparente, seguidos de largos períodos de estado de guerra. Los españoles se convencieron finalmente de que cualquier intento de paz era inútil y que sólo obtendría la victoria por la fuerza.
Las pestes tales como el tifus, la viruela, el denominado "chavalongo" y otras enfermedades traídas por los europeos, afectaron gravemente a los indígenas, entorpeciendo su participación en la guerra. La guerra se fue desgastando en el último tercio debido, en parte, al mestizaje entre los ibéricos y mapuches, ya que el indígena en sus malones secuestraban las mujeres españolas y los conquistadores españoles que no tenían muchas mujeres consigo, en sus "malocas" hacían lo mismo. En el fondo, los hombres de ambos bandos raptaban a las mujeres del enemigo. Por eso, es difícil hablar de una "raza" pura, predominante en Chile.

Suele indicarse como fecha de inicio de este conflicto la batalla de Reinohuelén, librada en 1536 entre parte de la expedición de Diego de Almagro y un cuerpo numeroso y bien organizado de soldados, en la confluencia de los ríos río Ñuble e Itata; pero históricamente se asume que con Pedro de Valdivia en 1546 con la batalla de Quilacura, se inició el período de campañas militares que caracterizaron este conflicto. Su término es, sin embargo, más difuso. Si bien a partir de 1609 cada gobernador de Chile celebraba "Parlamentos" con los caciques indígenas, en los cuales se discutía la mantención de la tregua entre ambas partes, los enfrentamientos fueron numerosos. Es más, aunque con la independencia de Chile, se concluirían los conflictos de la Guerra de Arauco que sostenían los hispano-criollos con los mapuches, estos seguirían -posteriormente- como nuevos conflictos chileno-mapuches, los que no terminaron completamente hasta 1883, con el proceso conocido oficialmente como Pacificación de la Araucanía u Ocupación de la Araucanía.



















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